Miradnos, corriendo de un lado a otro, siempre con prisas, siempre llegando tarde... Somos la raza humana, siempre compitiendo. Aunque lo que más ansiamos en este mundo es conectar con otros. Para algunos eso ocurre a primera vista, es cuando sabes que lo sabes, es el destino destilando su magia y es genial para esas personas, viven como en cuento de hadas, van directos como cuando viajas en un tren exprés. Sin embargo, eso sólo les ocurre a unos pocos. Para el resto de la humanidad vivir es menos romántico suele ser complicado y liado, se rige por meteduras de pata y oportunidades desaprovechadas, y sobretodo, por no ser capaz de decir lo que necesitas decir cuando debes decirlo. Almenos así es como me ha ido a mi.
Muy de cuando en cuando en medio de tanto azar ocurre algo inesperado que nos empuja hacia adelante, y la verdad, ahora empiezo a creer, ahora empiezo a sentir que tal vez la prisa de los humanos no se deba a una carrera.
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