Los cirujanos tienen un dicho... "Todo sangrado debe parar". Es algo así como nuestra propia versión del "Esto también pasará". Con el tiempo, toda crisis llegará a su fin. Puede que salves a tu paciente, o no. Así que de un modo u otro el sangrado se detendrá. De hecho, como dicen los dichos, este no es tan reconfortante...
Todo sangrado debe parar. A veces, hacerlo tiene un coste, pierdes el brazo, quitas el órgano... Decides vivir con la pérdida porque al final del día harás lo que puedas por seguir vivo. Y, a veces, por algún milagro funciona. El sangrado para. Pero a veces no importa cuánto lo intentes, sigue sin ser suficiente.
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