LIBRO: Palmeras en la nieve
A veces, sólo a veces, las palmeras crecen en la nieve.
Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca, nunca, se borran.
El mundo, realmente, pertenece a quien sabe ir ligero de equipaje.
Consiguió superar la etapa más dolorosa de su vida y resurgir del abismo fortalecida tanto en sus creencias cómo en su amor por él.
El tiempo pasa muy rápido cuando estamos juntos... Se nos acabará y entonces nos arrepentiremos de no haberlo exprimido lo suficiente.
Cuando ella se sonreía él se olvidaba de todo.
La mayoría de las veces las cosas no son como uno quiere que sean.
Lágrimas de desconsuelo.
Desde que había estado con él encontraba defectos en todos los hombres.
Él no buscaba el placer con frecuencia. Necesitaba algún tipo de complicidad, o de afinidad, aunque fuera trasitoria con la mujer con la que iba a compartir unos momentos tan íntimos.
Vivía más de los recuerdos propios y ajenos, que de su propio presente.
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