Hay una cosa que solía hacer cuando era pequeña con la videocámara de mi madre. La desmontaba pieza por pieza, luego la volvía a montar otra vez. Pero inevitablemente, siempre había una o dos piezas que sobraban, algo con lo que no sabía bien qué hacer. Así que, ¿qué haces con esa pieza? ¿Intentas volverla a encajar? ¿Intentas hacer que funcione? ¿O decides que puedes vivir sin esa pieza que falta?
Cuando estamos sin ciertas cosas el tiempo suficiente es fácil olvidar cuanto las necesitamos. Olvidamos que las tuvimos una vez. Olvidamos que es vivir sin una cosa, no que necesitamos, sino que queremos. Por eso es tan importante recordar que recordemos. Solo porque podamos vivir sin algo no significa que tengamos que hacerlo.
Enseñamos a los residentes "cuando oigan ruidos de casos, piensa en caballos, no en cebras". Significa que la respuesta más obvia es normalmente correcta. Evita que los doctores se vayan de cabeza por el camino erróneo. Nos ayuda a ceñirnos a la verdad, nos ayuda a salvar vidas. Es una de las cosas que me convierte en una buena cirujana. Cuando oigo ruido de casos siempre pienso en caballos, incluso cuando no debería.
Las cosas no siempre son lo que parecen. A menudo son un indicador de que está pasando algo más grave, muy en el fondo. Síntomas, banderas rojas, señales de aviso, son cosas a las que deberíamos prestar atención, cosas que no deberíamos ignorar. Cosas que están mal. Cosas que podrían hacernos realmente daño. Cosas que puede que sea demasiado tarde para arreglar.
Tus hijos, tus llaves, tu álbum de fotos familiar. Es la lista que repites en tu cabeza antes de dormirte. Es la pequeña lista de cosas que cogerías en caso de desastre. La lista te hace mantener el control. Tus hijos, tus llaves, tu álbum de fotos familiar. Cuando el fuego empieza, cuando el tsunami golpea, cuando la tierra literalmente tiembla ¿Te acuerdas de tu lista? ¿O simplemente te agachas y te tapas?
Es la lista que cogerías en un desastre. Tus hijos, tus llaves, tu álbum de fotos familiar. Esa lista se va por la ventana cuando el desastre empieza contigo preguntándote si igual es esa la mujer que ha estado tirándose a tu marido. Eso es todo otro terremoto.
En 1988, William Williams Keen se convirtió en uno de los primeros cirujanos que extrajeron con éxito un tumor cerebral. Una gran victoria... es cierto, puedes buscarlo. Lo que es más difícil de encontrar, sin embargo, son historias de todas las veces en que el viejo W.W.K intentó extraer un tumor y perdió. Las pérdidas deben de haber existido. Un cirujano siempre debe estar preparado para perder. Y en neurocirugía, con los grandes tumores perdemos tantas batallas como ganamos. Pero la clave, ya sea ganando o perdiendo, es no fallar nunca. Y la única manera de fallar es no luchar. Así que luchas hasta que no puedes más. Mantén la cabeza alta y entra en la arena, y enfréntate al enemigo. Lucha hasta que no puedas más. Nunca abandones. Nunca te rindas. Nunca huyas. Haz una buena lucha. Lucha... Incluso cuando parezca inevitable que estás a punto de morir en el intento.
¿Por que lo intentamos aun siendo las barreras tan altas y las posibilidades tan bajas? ¿Por que simplemente no recogemos y nos vamos a casa? Sería tan fácil... Es porque, al final, no hay gloria en lo fácil. Nadie recuerda lo fácil. Ellos recuerdan la sangre y los huesos y la larga, agonizante lucha hacia la grandeza. Y así es como te conviertes en leyenda.
No me gustan las preguntas sin respuesta, como ¿dónde vamos cuando morimos? Quiero decir, sé lo que sucede, fisiológicamente hablando, pero más allá de eso ¿qué pasa realmente? ¿algo? Eso es lo que empiezas a preguntarte cuando vives a contrarreloj. Todas esas preguntas sin respuesta me vuelven loca. Por eso me gusta lo que hago; curar bebés, traer al mundo a bebés. No hay ambigüedad ahí, no hay preguntas... sólo respuestas claras, precisas y evidentes. Y vida... una vida preciosa y nueva. Esperanza para el futuro. Dios... echo de menos eso.
Nunca valoré mucho preguntarme por una vida después de la muerte. Mi preocupación ha sido siempre esta vida, ¿qué haría con ella? ¿cómo sería mi marca? Quería abrir nuevos caminos. Quería dejar un legado. Y quiero que mi vida, mi cerebro, mi existencia signifique algo. La cosa es que nunca lo pensé, creo...
