Nadie es jamás una víctima, aunque tus dominadores te hagan creer que lo eres.
Si no, ¿Cómo van a dominarte?
Hay veces que cuando la mente debe asumir algo muy fuerte se refugia en la locura, hay veces que la realidad no es otra cosa que dolor. Y para escapar de ese dolor, la mente debe olvidar la realidad.
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